Publicado sábado 10 de mayo de 2025 en Movilidad y Ordenadores Portatiles por Club PCBox
¿Qué vas a ver aquí?
Android es un sistema abierto, versátil y lleno de posibilidades. Pero esa libertad tiene un precio: si no vas con cuidado, puedes acabar instalando malware sin darte cuenta. La buena noticia es que evitarlo es fácil si sigues unas cuantas reglas básicas.
El malware es software malicioso que puede colarse en tu móvil con intenciones nada buenas: desde robar tus datos hasta espiar tus llamadas o consumir tus recursos.
A diferencia del típico virus de ordenador que llena tu pantalla de pop-ups, el malware en Android es más sigiloso. Suele esconderse dentro de apps que parecen legítimas, o incluso se oculta por completo mientras hace su trabajo en segundo plano.
¿Un ejemplo real? El caso de Skygofree, un malware detectado en 2018, que podía activar tu micrófono, conectarse a redes Wi-Fi comprometidas y ejecutar más de 40 comandos distintos sin que lo notaras.
La norma de oro: instala solo apps desde Google Play. Y aun así, no bajes la guardia.
Aunque Google filtra los contenidos, a veces se cuelan apps maliciosas disfrazadas de versiones oficiales. Un caso famoso fue una falsa versión de WhatsApp que llegó a superar el millón de descargas.
Consejo: Antes de instalar una app, revisa el nombre del desarrollador, la puntuación, los comentarios y los permisos que pide. Si algo da mala espina, mejor busca una alternativa.
Android permite instalar apps desde fuera de la tienda oficial. Se trata de una opción desactivada por defecto, y por algo será.
En algunas webs verás versiones premium de apps que se ofrecen gratis, pero muchas veces lo que descargas no es la app: es malware disfrazado. A veces, ni siquiera es una app: es directamente malware.
¿Cuándo es más seguro instalar una app desde fuera de Google Play? En esos casos, lo que instalas es un archivo APK (el formato usado por Android para las apps). Solo hazlo si viene de fuentes reconocidas como APKMirror, que verifica cada archivo antes de publicarlo. Aun así, no es infalible: asegúrate siempre de que el desarrollador sea de confianza.
Hay tiendas como la de Amazon o F-Droid que tienen su propio ecosistema de apps. Pero fuera de ahí, la mayoría de tiendas alternativas son territorio minado.
¿Por qué es tan arriesgado? Porque para usar una tienda no oficial, tienes que habilitar la instalación de apps desde fuentes desconocidas. Y eso abre la puerta a que esa tienda —si es maliciosa— te ofrezca apps infectadas sin que nadie las haya revisado antes. Así es como muchos casos de malware acaban colándose.
Nuestro consejo: usa solo Google Play. No es perfecta, pero es el entorno más controlado y seguro para instalar apps en Android.
Además de ser ilegal, descargar apps piratas es una de las formas más comunes de acabar con malware en el móvil.
Alguien te promete una app de pago gratuita, tú la descargas, y lo que llega es un archivo modificado con sorpresa. Es como aceptar un caramelo de un extraño. Puede salirte caro.
Y ojo: muchas de estas apps ni siquiera hacen lo que prometen. Solo están ahí para colarse en tu móvil y hacer negocio con tus datos.
Puede parecer una tarea pesada, pero instalar las actualizaciones del sistema es algo fundamental para tu seguridad. Cada parche corrige fallos que podrían ser explotados por apps maliciosas.
No todas las marcas lanzan los parches al mismo ritmo, pero cuando lo hagan, no lo dejes para luego. En 15 minutos puedes cerrar una puerta que alguien podría estar intentando abrir.
A veces, aunque tengas cuidado, el malware puede colarse. Por eso conviene saber identificar las señales:
Detectar estas pistas a tiempo puede ahorrarte muchos problemas.
Si detectas alguna de estas señales, lo mejor es actuar cuanto antes. Puedes empezar borrando las apps sospechosas y usando un buen antivirus móvil. Si nada funciona, el último recurso es restaurar el móvil a valores de fábrica.