Publicado viernes 31 de enero de 2025 en Tecnología por Club PCBox
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El polvo es uno de los principales enemigos de tu ordenador, ya sea un PC de escritorio o un portátil. Si se acumula en los ventiladores y componentes internos, puede reducir el flujo de aire y causar sobrecalentamiento, lo que afecta al rendimiento y la durabilidad del equipo. En este post te explicamos cómo prevenir la acumulación de polvo y cómo limpiarlo de manera segura.
La mejor forma de evitar problemas con el polvo es impedir que entre en el equipo. Aquí tienes algunos consejos para minimizar la acumulación de suciedad
El suelo es la zona donde más polvo se acumula. Si tienes la torre del PC en el suelo, aumentará el riesgo de que los ventiladores absorban suciedad. Para evitarlo:
Muchos chasis de PC modernos incluyen filtros en las entradas de aire. Si el tuyo no los tuviese, puedes comprarlos aparte. Puedes optar por los filtros de polvo con fijación magnética, que son fáciles de limpiar. Es importante mantener los filtros en buen estado y limpiarlos regularmente para que sigan siendo eficaces.
El flujo de aire adecuado no solo mantiene tu PC a una temperatura óptima, sino que también evita que el polvo se acumule en exceso.
El polvo en la habitación es el primer culpable de la suciedad en tu PC. Para reducir la cantidad de polvo en el ambiente::
Si vives en una zona con mucho polvo o están haciendo muchas obras cerca, es recomendable mantener las ventanas cerradas para evitar que las partículas del exterior entren en la habitación.
A pesar de todas las medidas preventivas, tarde o temprano tendrás que limpiar tu ordenador. Para hacerlo de manera segura, lo primero es contar con las herramientas adecuadas. El aire comprimido es esencial para eliminar el polvo acumulado en los ventiladores y los rincones difíciles de alcanzar. También es recomendable tener un paño de microfibra para limpiar las superficies externas y, si es posible, una mini aspiradora para retirar el polvo suelto sin dañar los componentes.
Si se trata de un PC de escritorio, empieza apagándolo y desenchufándolo. Abre la caja en un área bien ventilada y revisa los filtros de polvo, en caso de que los tenga. Usa aire comprimido para expulsar el polvo de los ventiladores, disipadores y demás componentes internos, sosteniendo las aspas de los ventiladores para evitar que giren demasiado rápido. Luego, si tienes una mini aspiradora, úsala con precaución para recoger el polvo suelto. Finaliza limpiando las superficies externas con un paño de microfibra y vuelve a montar la caja antes de encenderlo.
En el caso de los portátiles, el proceso es similar pero más sencillo. Primero, apágalo y desconéctalo de la corriente. Aplica aire comprimido en las rejillas de ventilación para desalojar el polvo acumulado. Para la limpieza externa, usa un paño de microfibra ligeramente húmedo en el teclado y la pantalla. Si tienes acceso a los ventiladores internos, repite el proceso con aire comprimido para limpiarlos.
Evitar que el polvo se acumule en tu ordenador prolonga su vida útil y garantiza un mejor rendimiento en el día a día. Con algunos hábitos sencillos, como mantenerlo en una posición elevada, usar filtros de polvo y limpiar regularmente su entorno, puedes reducir la cantidad de suciedad que entra en el equipo. Aun así, de vez en cuando conviene revisarlo por dentro y darle una buena limpieza con aire comprimido. Si cuidas bien tu PC, vas a disfrutar de un mejor rendimiento durante una vida útil del equipo mucho más larga.