Publicado martes 21 de enero de 2025 en Tecnología por Club PCBox
¿Qué vas a ver aquí?
Si usas un ordenador, seguro que alguna vez has oído hablar de los drivers. Y aunque son imprescindibles para que todo funcione, pocas personas saben realmente qué son o para qué sirven. ¿Alguna vez te has preguntado qué hace que una impresora o un teclado funcione sin problemas al conectarlos? La respuesta está en los drivers. En este artículo te explicamos, de forma sencilla y cercana, todo lo que necesitas saber sobre ellos y por qué es tan importante mantenerlos al día.
Los drivers son programas que hacen de intermediarios entre tu ordenador y sus componentes o periféricos. Sin ellos, tu sistema operativo no podría hablar con el hardware que tienes conectado. Desde el teclado que usas para escribir hasta la impresora que transforma tus documentos digitales en papel, todo depende de los drivers.
Imagina que conectas una impresora a tu ordenador. Por sí solos, ambos equipos no se entenderían. Es el driver el que traduce las instrucciones del ordenador al lenguaje que la impresora puede interpretar. Es gracias a este traductor que puedes imprimir tus documentos con un solo clic. Sin drivers, este proceso sería imposible.
Los drivers son fundamentales para que el hardware funcione correctamente. Sin ellos, tus dispositivos simplemente no podrían hacer su trabajo. Pero su importancia va más allá de la funcionalidad básica. Un driver actualizado puede:
Cuando los fabricantes lanzan actualizaciones de drivers, suelen incluir correcciones a problemas conocidos, también conocidos como bugs. Por ejemplo, si una impresora tiene dificultades para imprimir ciertos tipos de documentos, el fabricante podría lanzar una actualización que solucione ese problema en particular. Además, muchos drivers incluyen parches de seguridad que cierran posibles brechas que los hackers podrían aprovechar.
Por otro lado, usar drivers obsoletos puede traer consigo una larga lista de problemas. Tu dispositivo podría volverse inestable, dejar de funcionar o, incluso, poner en riesgo la seguridad de tus datos.
Aunque todos los drivers tienen la mismo función, los podemos dividir según el tipo de dispositivo que controlan. Estos son los principales:
Cada tipo de driver está diseñado para un propósito específico, pero todos cumplen la misma misión: asegurar que los dispositivos funcionen de manera eficiente y sin problemas.
Los drivers hacen de traductores entre el sistema operativo y el hardware. Cuando haces una acción, como pulsar una tecla en el teclado, el driver traduce esa acción en una señal que el sistema operativo puede entender. Este proceso se hace en milisegundos y es básico para que tu ordenador responda de manera rápida y eficiente.
Por ejemplo, al mover el ratón, el driver interpreta los movimientos físicos y los convierte en instrucciones que permiten que el cursor se desplace en la pantalla. Lo mismo pasa con otros dispositivos: los drivers hacen posible que el hardware y el software trabajen en perfecta sincronía.
Sin los drivers adecuados, el sistema operativo no podría comunicarse con los dispositivos. El resultado serían fallos o una mala experiencia de usuario.
A veces, un dispositivo puede empezar a dar problemas sin una razón aparente. Podría ser una señal de que hay que actualizar su driver. Algunos indicios son:
Para verificar si un driver necesita ser actualizado, puedes usar el Administrador de dispositivos en Windows. Este herramienta muestra todos los dispositivos conectados a tu ordenador y puede indicarte si alguno tiene problemas. También puedes buscar actualizaciones directamente en la página del fabricante del dispositivo.
Mantener tus drivers al día es una tarea sencilla que puede ahorrarte muchos problemas. Hay varias formas de hacerlo:
Dejar un driver sin actualizar puede causar problemas que perjudiquen tanto el rendimiento como la seguridad de tu ordenador. Entre los riesgos más habituales tenemos los siguientes:
Mantener los drivers actualizados mejora la experiencia del usuario y, además, garantiza la protección y estabilidad de tu sistema.
Si actualizar un driver no resuelve el problema, reinstalarlo puede ser la solución. Sigue estos pasos:
Si el problema sigue, descarga el driver directamente desde el sitio web del fabricante e instálalo de manera manual. Este método asegura que tengas la versión más reciente y compatible con tu equipo.